en el marco del ciclo "Québec, je t'adopte"
Miércoles 27 de febrero, 19:00 a 20:30
Bibliothèque Laure-Conan
4660, boul. des Laurentides, secteur Vimont Laval , H7K 2J4
Tél: 450 662-4975
Courriel: biblio.laureconan@ville.laval.qc.ca

Blog de Victor Armony basado en su libro LE QUÉBEC EXPLIQUÉ AUX IMMIGRANTS (VLB Éditeur, 2007 & 2012)
Canadá : juntos, no revueltos
Jack Jedwab
« Si Canadá tiene una imagen internacional positiva es, en parte, debido a su adopción del multiculturalismo como filosofía de Estado y como política oficial. Las delegaciones extranjeras que visitan el país se interesan siempre por saber más sobre lo que hace Otawa para abordar la adaptación de los inmigrantes y los problemas relacionados con la identidad étnica y la nacionalidad. Por su parte, los diplomáticos canadienses en el extranjero hablan con orgullo del multiculturalismo, y los representantes consulares suelen mencionárselo a los posibles inmigrantes como prueba de que el país acoge de buen grado la diversidad cultural. En Europa, son muchos los analistas que tienen la sensación de que el modelo multicultural no está funcionando en sus respectivos países y se preguntan por qué parece triunfar en Canadá. »
« Ahora bien, cuando se habla de multiculturalismo, en otros países no se sabe, en general, que en Canadá existe un apasionado debate sobre la relación entre la identidad étnica y la nacional. En realidad, cualquiera que analice lo publicado en los últimos años en los medios de comunicación canadienses, tanto impresos como electrónicos, se sorprenderá al ver el escaso apoyo que tienen, entre algunos de los principales creadores de opinión, la filosofía del multiculturalismo y su plasmación política, objeto reciente de críticas desde todas las áreas del espectro ideológico. Algunos dicen que se ha ido demasiado lejos al permitir que cada grupo étnico o religioso conserve su cultura, cosa que, insisten, limita su apego a Canadá. Desde el otro extremo se alega que no se ha hecho lo suficiente para abordar los problemas económicos de las minorías más vulnerables y que la discriminación sigue siendo un problema importante. »
Tu pregunta toca un punto clave y, confieso, problemático. Si cuando nos llaman “comunidad latinoamericana” nos sentimos algo reducidos a una etiqueta, porque se niega la enorme y riquísima diversidad entre los que venimos de más de veinte países de América Latina, es lógico ver en el término “los inmigrantes” una generalización excesiva y simplificadora. Cuando yo pretendo hablar “a los inmigrantes” y “sobre los inmigrantes”, estoy dejando de lado diferencias muy significativas entre grupos y experiencias (incluso entre personas de un mismo
país, pero con identidades sociales, étnicas, regionales o religiosas distintas, como ocurre, por ejemplo, dentro de las comunidades de inmigrantes argentinos, mexicanos o brasileros). Creo que, aún frente a una realidad tan heterogénea, es sin embargo posible establecer algunas tendencias básicas y es por eso que me planteé el proyecto de “explicar el Québec a los inmigrantes” (que, como se imaginarán, es también el deseo de explicar a los “Québécois de souche” cómo los
inmigrantes ven su sociedad).
Luego de estos prolegómenos, trato de darte una respuesta concreta: en general, gente de otros orígenes (no latinoamericanos) me han dicho que se identifican a muchas de las experiencias que describo en el libro y que comparten bastante la perspectiva que presento. De hecho, pensando rápidamente en algunas personas con quienes tuve la oportunidad de conversar con mayor profundidad, surge una interesante diversidad de nacionalidades: libanesa, estadounidense, iraní, francesa, belga, polaca… Y también, por supuesto, franco-québécoise y anglo-canadiense.
La editora está explorando la posibilidad de traducirlo al inglés. En Argentina, hay gente interesada en traducirlo al castellano. Cuando tenga novedades, aviso.
No tuve nada que ver con el diseño de la tapa. La grafista de la editora lo propuso y yo lo acepté tal cual. Confieso que tuve algunas reticencias en cuanto al fondo negro, pues temía que el mensaje visual fuera “El libro negro del Québec”. Tal vez conozcan la trilogía “El libro negro de Canadá”, escrita por un nacionalista que detalla todo lo malo – según él – de Canadá. Algunas personas me han dicho que la tapa negra les sorprendió y que, en efecto, la connotación podía ser de crítica de la sociedad quebequense. Pero fuera de esa cuestión, yo lo interpreté como una especie de mapa de radar que, en la oscuridad, sirve de guía para la navegación. Me gustó esa metáfora. Lo de los puntos que no terminan de conectarse me parece muy ingenioso y sugerente: yo creo que, más que evocar el tema de la soberanía, remite a la idea de que nunca se termina de dibujar (describir, explicar, entender) el Québec, pues su destino y esencia están abiertos (entre otras cosas, por el ingreso de los inmigrantes).
¡Gracias! Varias personas (incluyendo periodistas y profesores de francés para inmigrantes) me han dicho lo mismo. Como dije varias veces cuando me han preguntado ¿por qué escribir un libro como éste?: se trata del libro que yo hubiera querido leer en el avión cuando vine a Montreal por primera vez.
En cuanto a los puntos críticos. Comparto tu evaluación de mi enfoque: no pongo tanto el énfasis como hubiera sido posible (y justificado) en las grandes dificultades que viven muchos inmigrantes en el proceso de integración a la sociedad quebequense. Pero como planteo al comienzo del libro, trato de brindar una visión “equilibrada”, lo cual no implica necesariamente la “objetividad” (de todos modos imposible de alcanzar) sino más bien una lectura que permita a los lectores encontrar puntos de acuerdo y posibilidades de abrirse al argumento del “otro”. ¿Qué quiero decir con esto? Todos los temas que abordo en el libro dan lugar a interpretaciones opuestas: por cada persona que piensa que el nacionalismo québécois es xenófobo, hay otra que piensa que los inmigrantes son una amenaza objetiva a la supervivencia del francés en América del Norte; por cada persona que piensa que el Québec es demasiado flexible y generoso ante las minorías, hay otra que piensa que las minorías tienen demasiados derechos y pretensiones, etc. No quiero decir con esto que los argumentos de ambos lados tengan siempre el mismo peso o legitimidad. Pero en todos estos debates, creo yo, el principal problema es que las posiciones son muy rígidas y que los discursos tienden a cerrarse sobre sí mismos. Si yo hubiera escrito un libro en el que “denunciara” fuertemente el carácter “cerrado” de la sociedad
quebequense, muchos que no piensan así (una gran parte de los “Québécois de souche”) no se dignarían a leerlo y no se tomarían el trabajo de tratar de escuchar al inmigrante. Si hay un intento fundamental en mi libro (y espero haberlo logrado en alguna medida) es que tanto un francófono nacionalista del Saguenay, un federalista de Westmount, un inmigrante magrebino y un judío anglófono no sientan que mi punto de vista está, a priori, asociado a uno de los “bandos” en que se divide ideológicamente e identitariamente la sociedad quebequense. Concretamente, por ejemplo, yo pienso que muchos anglófonos tienen razón en muchas cosas, pero no siempre entienden lo que sienten los Québécois en relación a su historia y su cultura. El eje central de mi libro es el de los “malentendidos” y de la importancia del diálogo inter-grupal, lo cual requiere “ponerse en los zapatos del otro” para comprenderlo. El riesgo que tomé en mi libro es el de parecer “tibio” en mis opiniones. Los federalistas a ultranza consideran que no ataco como corresponde al nacionalismo; los nacionalistas consideran que doy una imagen demasiado idealizada del Canadá, etc. Por último, no hay que perder de vista que mi libro intenta “explicar el Québec” (a los inmigrantes pero también a todos los quebequenses), por lo que el énfasis está puesto en la identidad quebequense más que en la propia realidad de los inmigrantes. Mi próximo proyecto – un libro sobre los inmigrantes latinoamericanos en Québec – tomará mucho más directamente los puntos específicos que mencionás.
Invito entonces a quienes tengan preguntas, críticas (¡constructivas!) o sugerencias en relación a mi libro Le Québec expliqué aux immigrants a dejarlas en este post. Si cabe, me comprometo a responder.En mi opinión, sería útil para todos tener un post tuyo (con un link permanente en el sidebar de este blog) invitando a los lectores a opinar sobre tu libro, sobre lo que les gustó y también sobre lo que quisieran criticar constructivamente desde su experiencia de inmigrantes (aquello con lo cual no están de acuerdo o sobre los puntos que creen que están ausentes). Eso podría proporcionar un "feedback" para futuros trabajos de investigación.
"Para los que vienen de afuera, el Québec no es fácil de descifrar. Por momentos, esta sociedad parece atormentada por su manía de la introspección y de la memoria; a veces, en cambio, se pone a la vanguardia del progresismo y de la experimentación social. ¿Los Quebequenses son abiertos o cerrados, orientados hacia el pasado o preocupados por el futuro? ¿Son eternos indecisos con respecto a la cuestión nacional o cultivan la ambivalencia como juego político?